domingo, agosto 15, 2010

En el monasterio se secan las ciruelas y el atrio se duerme en soledad,
Te extraño,
como se extraña lo que se ama,
te extraño porque no hay camino en el bosque;
porque las pisadas se perdieron en la niebla;
por que un espejismo rompió el encanto?
Te extraño como extraña el pez,
como extraña el alce;
como los ojos del venado extrañan la luz y el trueno.
como en romance fatuo extraño tu risa, extraño el cascabel, el trino, el aire.
extraño las libélulas de tus manos que senderos de luz trazaron en tu piel.

Arrojo tus recuerdos al fuego;
los quemo
pues no haya recuerdo.
No hay permanencia
en lo que se ama,
se ama la luz,
la bocanada,
la voluta del humo del cigarro,
se ama el destello y su calor;
eso se ama.
y entre cada amar y cada amor
se vislumbra tu voz,
se distinguen tus ojos,
aparece tu sombra;
y te extraño.

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